Mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, con motivo del Día Internacional de la Juventud y de la inauguración del Año Internacional de la Juventud de las Naciones Unidas: diálogo y comprensión mutua, 2010; 12 de agosto de 2010
En el día de hoy se inaugura el Año Internacional de la Juventud de las Naciones Unidas, que gira en torno al tema del diálogo y la comprensión mutua. Han pasado 25 años (es decir, más de una generación) desde que las Naciones Unidas dedicaran un año especial a la juventud. Los jóvenes, que son una fuerza integrada por 1.200 millones de personas de 15 a 24 años, tienen la energía y la motivación necesarias para proponer soluciones innovadoras a los problemas del mundo contemporáneo y las aspiraciones y los instrumentos que se precisan para tender puentes de diálogo entre las culturas.
La finalidad del Año es dar a conocer mejor la contribución que los jóvenes aportan a la sociedad, ayudarles a resolver los problemas con que se enfrentan y alentarles a participar en iniciativas de desarrollo, desde el ámbito comunitario hasta el mundial.
Tenemos que crear más espacios y oportunidades para cultivar la participación cívica y permitir que los jóvenes intervengan para determinar su futuro. A cinco años de 2015, fecha fijada para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, es más importante que nunca animar a los jóvenes a poner todo su empeño en lograr un mundo más justo y sostenible.
Nuestro objetivo es aprovechar el potencial que ofrecen los jóvenes como asociados para lograr el desarrollo y la paz. Actualmente el Foro de la Juventud de la UNESCO, que se celebra desde 1999, es parte integrante de todas las reuniones de la Conferencia General de la UNESCO, el órgano supremo de adopción de decisiones de la Organización. En el Foro se brinda a los jóvenes de todos los Estados Miembros la oportunidad de conocer los programas de la UNESCO y de participar más activamente en iniciativas concretas en sus respectivos países. El Foro de la Juventud de la UNESCO de 2011 proporcionará un espacio a todos los organismos del sistema de las Naciones Unidas y otros asociados para que informen sobre las actividades que han llevado a cabo durante el Año Internacional de la Juventud y tracen el camino a seguir en el futuro.
La inversión pública en la juventud reporta beneficios duraderos a toda la sociedad. Como consecuencia de la crisis económica y financiera mundial, el mundo es más inseguro para los jóvenes, especialmente los que proceden de grupos vulnerables o marginados. Se han de potenciar las políticas de juventud que promueven la equidad y la colaboración directa con los jóvenes. Las políticas de asistencia para el desarrollo deberían orientarse mejor para atender las necesidades y preocupaciones de los jóvenes.
La UNESCO tiene el firme propósito de dar autonomía a los jóvenes y de velar por que se tengan en cuenta sus opiniones. En la actualidad, la Organización está copresidiendo la Red Institucional sobre el Desarrollo de los Jóvenes de las Naciones Unidas, que se instituyó oficialmente en la Sede de la UNESCO en febrero de 2010. La creación de esa Red constituye un paso importante hacia una mejor coordinación de nuestros conocimientos, reflexiones y actividades sobre los jóvenes, con el fin de aumentar las repercusiones de nuestra labor. La Organización prestará más ayuda a los Estados Miembros en la formulación de políticas y programas eficaces destinados a los jóvenes, que abarcan desde el acceso a oportunidades educativas de calidad, la concesión de mayor autonomía a las jóvenes y las asociaciones para prevenir el VIH y el SIDA hasta la promoción de la diversidad cultural, las medidas para hacer frente a la violencia juvenil y los deportes al servicio del desarrollo y la paz.
Al reconocer las múltiples contribuciones que los jóvenes pueden aportar para promover la comprensión mutua, el Año Internacional de la Juventud adopta la visión de la UNESCO de “erigir los baluartes de la paz en la mente de los hombres” y está en armonía con el objetivo del Año Internacional de Acercamiento de las Culturas, en el que la Organización ejerce una función rectora.
Los jóvenes deben tener la posibilidad de participar en calidad de interlocutores respetados en la adopción de decisiones y la acción llevada a cabo en todos los niveles. Dotar a los jóvenes de las competencias que necesitan para edificar un futuro más sostenible redunda en el interés de todos. Insto a los gobiernos y a la comunidad internacional a actuar de consuno con la juventud y a alentar a los jóvenes de todo el mundo a aprovechar la oportunidad que ofrece este Año para crear redes, intercambiar ideas y emprender proyectos que promuevan la paz, el entendimiento mutuo y el desarrollo para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario