miércoles, 21 de septiembre de 2011

Carta para los y las jóvenes estudiantes

Queridos chicos y chicas,

Hoy es 21 de setiembre. Día del Estudiante. Pensaba escribirles deseándoles que pasen un hermoso día. Son muchos los y las jóvenes que conocemos, con quienes hacemos cosas, planificamos acciones, soñamos proyectos, trabajamos juntos y compartimos ideales. Los imaginamos hoy reunidos y festejando en alguna plaza, en alguna escuela, en algún parque, en alguna casa... el Día del Estudiante.

Y mientras tenía ganas de escribirles sentía también la necesidad de reflexionar algunas cosas con ustedes. ¿Alumnos o estudiantes?

Ser "alumno" es relativamente fácil. La palabra viene del latín y quiere decir "alimentado". (Algunos dicen que viene de "a-lumen", que le falta luz, pero esto no parece ser cierto...) Para nosotros, en el uso corriente, un alumno es alguien que está inscripto en una escuela. Ser alumno tiene bastante de administrativo. Se puede ser "alumno" yendo al colegio y no haciendo nada... De quien va todos los días a una escuela se dice que es un "alumno regular".

Hoy no es el día del "alumno" sino el día del "estudiante". 



Ser estudiante es una opción, una decisión. Ser estudiante es una manera de transitar por la adolescencia y la juventud. Es sostener la convicción de que el estudio es importante para construir tanto el presente como el futuro. Ser estudiante es asumir una manera de vivir.
El estudiante está conciente de su derecho a aprender y lucha por él. Y lucha también por los derechos a estudiar de los otros como él. Un estudiante no se conforma con lo que le "dan" y quiere aprender aquello que le interesa.
Un estudiante no busca sólo tener un título o certificado sino saber verdaderamente aquello que ha querido aprender.

Puede ser que festeje una hora libre, pero no se alegra de no tener clases. Puede ser que alguna vez se ponga contento si le va bien en una prueba en la que creía que iba a tener una mala nota, pero no festejará que lo aprueben sin valorar realmente su esfuerzo y sus logros.

Un estudiante no permite que lo traten como cliente o consumidor del sistema educativo. Sabe que estudiar es un derecho y sabe que al ejercerlo también asume una responsabilidad con el futuro del pueblo de su país.
Aunque defiende la educación gratuita, sabe que la misma tiene un costo y, por eso mismo, tiene conciencia de que no puede despilfarrar los recursos que su pueblo está confiándole a través de la educación. Un estudiante defiende este derecho y sale a la calle para ello, si hiciera falta.

Un estudiante sabe, además, que un docente es un trabajador, y como tal, lo trata con respeto y al mismo tiempo lo acompaña en el cumplimiento de las responsabilidades que a cada uno le toca asumir en la relación de enseñanza y aprendizaje.



Un estudiante sabe que no alcanza con estudiar cuando se tiene ganas para poder alcanzar el objetivo. Hay que hacerlo incluso cuando las ganas no están y se pone en juego la voluntad, el esfuerzo y hasta el "trabajo" por estudiar.

Un estudiante sabe que la educación es un acontecimiento social muy importante y que las sociedades juegan su credibilidad en cómo tratan a la educación. Como tal, se sabe protagonista de la historia propia y de la colectiva.

Por eso, queridos chicos y chicas, decirles "feliz día del estudiante" es mucho decirles. Cuando uno se los desea de corazón, sabe que está abrazándolos en un gran compromiso que a la vez los hace grandes.

Por eso, opten por ser estudiantes y no se conformen con ser "alumnos". Sus padres y sus maestros pueden hasta "obligarlos" a ser alumnos, porque es su responsabilidad como adultos que los adolescentes estén en la escuela. Pero ser "estudiantes" es una decisión de cada uno/a de ustedes. Nadie puede tomarla por ustedes. Y hay que tomarla. ¡Vale la pena!

¡Feliz día del estudiante para cada uno/a!



                                                                                           
Alberto Croce
Fundación SES

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